sábado, 2 de abril de 2011

VIENTOS DE CAMBIO EN CHACHPOYAS


Todo en la vida se renueva, cambia, se transforma y por una razón simple: Evolución, crecimiento o desarrollo. Esta lógica también tiene que darse en las ciudades, más todavía en Chachapoyas, cuyas características arquitectónicas además de ser conservadas, tienen que contar con un valor agregado que lo haga diferente al resto nacional. Un proyecto significativo es la obra culminada del Jirón Amazonas, que a simple vista tiene un potencial para darle un toque de creatividad, ingenio y convertirlo en un lugar además de transitado, motivo de regocijo y admiración.
Con la intervención del Plan Copesco en el Jirón Amazonas, se mejoraron decenas de balcones de corte republicano, la pista, veredas y cunetas lo reconstruyeron con piedra laja, las paredes de las casas fueron repintadas y parte de los techos recuperados a su estilo original; pese a ello, todavía se nota grandes vacíos que se hacen necesario rellenar.

Si cada vecino se organiza, no tendríamos porque ver basura en el piso o colocaríamos basureros públicos y educar a la población a defender la limpieza pública, menos ambulantes que vendan huevos de codorniz o CD y DVD de tres soles y súper pirateados. Si cada vecina hace su junta por cuadras, tal vez en unos cuantos meses veríamos en los balcones florecer rosas multicolores y orquídeas con su singular fragancia. Y nuestro Amazonas y nuestros balcones serían el atractivo de todos y con ello lograríamos que los negocios captaran más ingresos y las casas emblemáticas convertirse en pequeños museos. Y si por ejemplo, como dice un amigo, el municipio colocara parlantes incorporados en las cuatro cuadras remodeladas y emitir musical ambiental por unas cuantas horas, este pedazo de la ciudad, sería un deleite para todos por igual.
Hace poco comenté que parte de nuestras reliquias escondidas tienen un motivo para ser expuestas. Decía por ejemplo que la pileta del Querubín, que ya no está en la Catedral, podría ser colocada en las intersecciones de los jirones Amazonas con La Merced y que la Escuela de Bellas Artes, construyera un mural histórico en donde fuera la Iglesia de La Merced. Esas acciones demostrarían en nuestras autoridades, el deseo de hacer las cosas para el bien común y dar evidencias de asumir compromisos para mejorar a la ciudad.

Si quieres ser grande, tenemos que comenzar a pensar en grande, el futuro no es mañana, es hoy. Mientras proyectos grandes como del JICA se vienen impulsando, parecería que en nuestra ciudad nos estamos adormeciendo. Tenemos que pensar que el flujo turístico hacia Amazonas se incrementó considerablemente; pero sin beneficiar a la ciudad, ya que para muchos no hay nada para apreciar. Si eso es así, entonces están las ideas, las iniciativas deberían ser tomadas en cuenta. Solo falta un poquito de ganas para comenzar hacerlos realidad.

EL POZO DE YANAYACU

El nombre del pozo de Yanayacu se deriva de las palabras quechuas YANA que significa negro y YACU que quiere decir agua; es decir AGUA NEGRA. Este pozo está situado en la parte Oeste de la ciudad de Chachapoyas, el recipiente parece fue hecho excavando la roca del cerro y luego para proteger el agua se le construyó una muralla circular de piedra y barro con una abertura cabal para que una persona recogiera el agua de dicho pozo, de las inscripciones que se aprecia en una piedra tallada, al lado derecho del recipiente, se deduce que fue hecho en el año de 1793 teniendo hasta la fecha 212 años de antigüedad. Por los datos de personas dignas de crédito que viven todavía, cuentan los relatos que contaban sus abuelos.
Se cuenta que en su peregrinaje por estas tierras, el Santo Obispo Toribio de Mogrovejo y al visitar el barrio de Luya Urco, se compadeció de sus habitantes porque no contaban en agua. El prelado, incrustó su báculo encomendando al altísimo para que se conduela de sus hijos y como algo mágico comenzó a brotar el agua, poco a poco la población construyó el pozo y el homenaje al obispo limeño, construyeron una piedra donde quedaron grabados las inscripciones de símbolos religiosos, no pudiendo descifrarse algunas de ellas hasta la actualidad

Pero, tras de este relato hay algo más misterioso y es que no se sabe de donde emanan esta agua que son cristalinas de sabor agradable y que nunca se seca. Cuando hay lluvia con sol, el agua toma in color lechoso que parece gasificada ya que cuando se recoge en un vaso inmediatamente pierde el color lechoso y se vuelve cristalino. Existe la creencia popular que las aguas discurren del cerro Chunga Pilar o Peña Blanca que se ubica camino al aeropuerto.
Sobre este mítico pozo hay muchas conjeturas, pero lo cierto es misterioso. SE cuenta que por el año 1936, la piedra que está junto al pozo fue robada por un director del Colegio Nacional San Juan de la Libertad y el agua se seco en poco tiempo, causando alarma a los vecinos del barrio que ya se habían acostumbrado a madrugar a recoger el agua, que inclusive decían los abuelos calmaba la sed por todo el día. Una señora que madrugaba a recoger el agua, acuso a un hombre vestido de abrigo plomo y un grupo de jovencitos como el causante de la desgracia, a toque de campanas y deduciendo que son del San Juan acordaron invadir el colegio en busca de la piedra.
Un viernes y a las tres de la tarde pactaron todos el ingreso al plantel, viendo la turba el director se corrió y éstos invadieron el colegio y una habitación llamada museo encontraron la piedra, improvisaron huacras (palos atados a la piedra) y la sacaron en vilo hasta la calle, allí todo el tumulto entre gritos y aplausos iniciaron la fiesta al son de la banda que dirigía el músico más popular de la época llamado Crisho huanquino. Encaminaron la piedra con dirección a la calle El Comercio ( hoy Amazonas) , en la esquina de la Plaza de Armas, cruce de los jirones Grau y Amazonas esperaba una humisha, donde bailaban alegremente muchas personas, dando el marco de alegría una mujer ya de cierta edad que le gustaba el licor y que por sobrenombre se le conocía como Peta Bollo, siendo su verdadero nombre Petronila y como era bien gorda el apelativo le quedaba muy bien, su pareja de baile era un conocido borrachín llamado Héctor Caro del Aguila, más conocido como Lico Lico. Toda la turba se contagió de alegría y en cada esquina hasta llegar a la capilla de la Mama Nate seguía la fiesta, la piedra fue depositada a las seis de la tarde en su lugar. Al día siguiente mucha gente fue al pozo y grande fue su alegría al ver como otra vez el agua llenaba el pozo milagroso de Yana – Yacu.

En el año de 1958, ciertas autoridades del lugar, entre ellos el Prefecto de Amazonas, Carlos Valverde, Ing. Efraín Serrato jefe de Caminos, el Dr. José Aurelio Zegarra y el Alcalde de ese entonces Prof, Máximo Chávez Sánchez, tomaron la idea de descubrir el origen del agua, ordenándose que una cuadrilla de trabajadores se aboquen a esta tarea bajo la dirección de Eudoxio Tenorio trabajando por el espacio de 20 días aproximadamente, abriendo enormes zanjas en busca del manantial hasta que llegaron a un lugar donde no había seña alguna de agua, abandonando el trabajo definitivamente. El pozo ha sido fuente de inspiración de escritores y poetas, siendo su máximo exponente Francisco Izquierdo Ríos:

Luya Urco tierra colorada
de mujeres lindas y divinas
porque llevan en sus ojos
cual lucero matutinos
el hechizo del amor.

Los domingos por las tardes
por los cerros de la cruz
sopla el viento a los amantes
que se besan con ternura y se ofrecen
con locura todo amor y frenesí.

En las cimas de tus cerros
la Cruz de tu redentor
abriendo sus divinos brazos
bendice a su ciudad.
Y el Pozo de Yana – Yacu
con su agua cristalina
embruja a los amantes
que si de ella sirven
se casan y ya no se van del lugar

Hay que recordar a los valientes vecinos del Luya Urco que hicieron posible que el agua vuelva de nuevo en el Pozo de Yana Yacu, recordar siempre a Timo Rojas, Carmen Castillo, a las Mendozas, las Julia y las Zagaceta, a Juan Manuel Cunche, Manuel Solsol, Samuel Mori, Emilio Campos, a los Ramaycuna, el viejo Mattos, a Don José Añazco, ya que sin ellos el agua negra, pero que es cristalina y transparente como el corazón de la gente chachapoyana, estaría seca y por siempre y no abrían amantes que frente al pozo de prodigan de amor, tomen de sus aguas, se casen y sean felices o se queden para siempre en nuestra querida ciudad.

CHACHAPOYAS Y SU GASTRONOMIA



La capital de Amazonas, no es solo el ombligo o cordón umbilical para movilizarse a cualquiera de los lugares turísticos con que cuenta Amazonas. Chachapoyas no es solo bailes y festividades, es también su variada gastronomía que la hace para los que vivimos en ella como parte de nuestra existencia terrenal. Cada parte del país tiene sus peculiaridades culinarias, mi tierra también tiene lo suyo y espera una Mistura 2011 para que nuestros artistas de la cocina puedan mostrar al mundo sus delicias.


Hay un dicho en mi ciudad, aquel que no come su purtumote saltado con su huevo, sus humitas, juanes, tamales, queso y de yapa su pan, no es chachapoyano. Y es verdad, es natural que desde las seis de la mañana en el mercado largas colas hagan nuestra gente para comprar estos aperitivos del desayuno. Nuestros tamales y juanes tienen un sabor único. Ni que decir del queso chetino o de molinopampa que cuando lo colocas dentro de la taza de café caliente se hace como chicle o dentro de una semita o de un pan de yema o de unos crocantes tucsiches

Un punto aparte merece el pan, que es calificado como uno de los mejores a nivel nacional. Acá existen una serie de variedades: Popular, murón, de choclo, de maíz, mollete, semita, bizcocho. Cada uno de ellos tiene un sabor incomparable y muchos de ellos todavía con procesados en hornos a base de leña que lo hacen una delicia en la boca de cualquier mortal. El pan de Chachapoyas es enviado en encomiendas a diferentes partes del mundo, hay caprichos que se cubren enviando hasta Europa y los Estados Unidos. En San Martín, el pan desaparece en menos de lo que uno se imagina

Para el almuerzo, se cuenta con una variedad de sopas y de locros que uno da ganas de comes hasta que reviente. No se puede desconocer la delicia que es un locro de frejol con mote bara bara con su col, la de chochoca con su caransho reventado, de yuca con frejol verde, de frejol con papa, de huevos con su shilshil y si tenemos más gula, puede rematarlo con una cecina frita, deshilachada o ahumada, una carne enrollada o quizá un cuy chactao que se come hasta los huesos o quizá un buen plato de chicharrones y bajarlo con un buen trago de mora, de uva, poro poro o su chicha de jora y los más exquisitos con su chicha de arroz que es una bebida de los dioses en la tierra.

Además en Chachapoyas dependiendo de la estación se prepara una serie de postres que ni Gastón Acurio puede desconocer su sabor, cuerpo y aroma, como es el dulce de Chiclayo, el dulce de higos, de frejol o nuestros turrones y alfeñiques. Es decir en la capital de Amazonas, tiene más de una razón para llevarse unos kilos de peso, un corazón agradecido por conocer una tierra bendita y una memoria para contar a sus amigos el valor de mi tierra, que no tiene precio ni comparación alguna.

Entre el llicte y los perfumes


Por: Manuel Cabañas López

Esta mañana, muy temprano entre la negrura de la madrugada y la limpieza del horizonte, bajo a la ducha, preparo mi ropa de cambio, mi shampoo Ego (para varones), mi jaboncillo, la toalla y mi cepillo de dientes, previa calesteña, me meto a la ducha, abro el caño y…ni una gota de agua. Como diría mi viejo ni para remedio. Felizmente, la noche anterior, mi esposa recoge agua para el desayuno o hierve unos cuantos litros para beberlo. Parte de eso, usamos en el aseo de la familia; no importa un baño como gato, fue la salida para limpiar el cuerpo luego de ocho horas debajo de la frazada.

Entiendo que todos los que vivimos en la ciudad, hemos pasado este apuro y muchos habrán ido a la oficina, a la escuela, al mercado, limpiando en el camino el llicte de los ojos, usando pañuelos húmedos de Elite o perfume a borbotones para aparentar ser franceses. Es decir, por fuera flores por dentro temblores.

Horas más tarde, ya por la radio entendí que el tema no era personal, (digo así porque hace muchos días vienen haciendo trabajos cerca de mi casa y puse el grito en el cielo por la lentitud de los trabajos), que el problema del agua era más que un accidente, es una tragedia colectiva, ya que el rompimiento de la tubería principal que traslada el agua desde Tilacancha a la ciudad, no es común y presumo que durará más de los normal.

Pero dejando de lado la tragedia del agua, el tema va por otro contexto que vale la pena tomar en cuenta. Y tomar en cuenta, implica que este accidente tenga que pasar por los planes de contingencias, del cual no estamos acostumbrados los peruanos. Si contáramos con un plan de contingencias en Emusap, estoy seguro que ya pondrían en funcionamiento el sistema de Ashpachaca, que desde hace muchos años ya no funciona y que es una alternativa para superar estos inconvenientes. Los planes de contingencias, son de por sí costosas; pero necesarias, a fin de salvaguardar la calidad y seguridad de nuestra gente. Los planes de contingencias son necesarios en localidades o territorios como Amazonas que están expuestos a desastres naturales.

En el imaginario social y económico, pongámonos a pensar si Cáclic colapsa, ¿estará operativa la central térmica de Santa Isabel o el motor del Colegio San Juan? Si se volvería a caer el cerro en la carretera a Pedro Ruíz, como el derrumbe en el Túnel, ¿habrán hecho ya el trazado de la carretera alterna por Huancas a Cocahuayco como fue el ofrecimiento de las autoridades regionales anteriores? Son preguntas que no creo que tengan respuestas, por lo menos ahora.

Imaginémonos si estamos en los años de la crisis mundial que se prevé sucedería el 2050, donde los alimentos y el agua serían escasos, estoy seguro que todos en estos momentos estaríamos haciendo largas colas para comprar en grifos del agua, algunos litros y todo restringido por el gobierno. Además muchos de los que vivan en esa época, según dicen los futurólogos, no tendrán pelo, se bañarán no a ducha abierta y llena, sino con gotero, tendrán la cabeza rapada y el promedio de vida, menos de cincuenta años y, si hablamos de la crisis ambiental, mejor nos quedamos allí.

Ya han pasado largas horas de sequía, ojalá se supere esta tragedia colectiva y regrese el agua a la casa y con ella, la limpieza, el baño, el chorro de agua en la cabeza para relajar nuestra existencia y por supuesto para preparar nuestros alimentos que todavía son una bendición en nuestras casas, porque si se acaban los pañuelos húmedos, los perfumes y las lociones, los aromas y olores serán más que evidentes.

martes, 29 de marzo de 2011

RUMISHITANA: LA PIEDRA MAGICA DE LOS CHACHAPOYAS


Tirando a la suerte en la piedra mágica de Rumishitana

Chachapoyas, es una tierra misteriosa, bellísima por fuera y por dentro. En cada metro cuadrado de su geografía provincial nos encontramos con una serie de paisajes naturales y hechos significativos que la hacen digna de un redescubrimiento.

En ese redescubrimiento de las tradiciones, costumbres de Chachapoyas, sin lugar a dudas no se puede desconocer la importancia de la piedra de Rumishitana, paso obligado de todos los viajeros que usaban esa vía peatonal para ir a la montaña o a Chiliquín para traer la sal de las minas de Yurumarca.

Simulando un viajero de los cincuenta, viajé a la zona y recrear la escena de antaño no es complicado, ya que los paisajes siguen siendo los mismos, el mismo río Sonche, las mismas tayas y hasta los guarangos, el mismo calor de un temple que está a mil setecientos metros de altura, las mismas cuevas como las de El Calvario y hasta el mismo buey mancornado que está prensado en el cerro.


Rumishitana que significa piedra que se rompe en pedazos, está a veinte minutos de Chachapoyas, a unos diez metros de la carretera que nos conduce a Mendoza. Hoy por el poco uso que se le da a la vía peatonal, la piedra está rodeada de una espesa vegetación salvaje. Una característica para identificar la zona es la cantidad de piedras pequeñas que son las que se usan para introducir en los huecos naturales de Rimishitana

Cuenta la historia de los viajeros de antaño, que todo aquel que viajaba a la montaña, obligatoriamente tenía que agarrar tres piedritas para que a determinada distancia trate de embocar en los huecos de la piedra de Rumishitana. Si entraban las tres, era un viaje marcado por el éxito, si entraban dos bueno, si era uno regular; pero si no embocaba ni uno, era peligroso. Muchos desistían de viajar y regresar a Chachapoyas o los más pegados a la religión, rezaban en la zona y proseguían su camino

domingo, 27 de marzo de 2011

KUELAP UNA MARAVILLA CULTURAL


Los Chachapoyas eran un pueblo del Perú que vivía en la cuenca del Río Marañón, en los actuales departamentos de Amazonas, Cajamarca, San Martín y en el occidente del departamento de Loreto. Su dominio se extendía de la selva baja en las orillas del Marañón, hasta montañas de 3500 metros de altura sobre el nivel del mar.
Se desconoce el nombre original con el cual los Chachapoyas se autodefinían, pero se piensa que los Incas los llamaban sacha puya, o bien, gente de las nubes, en quechua.
El primer escritor que dio noticias y descripciones del reino de los Chachapoyas fue Pedro Cieza de León, quien, en sus Crónicas del Perú (1553), escribió:

Los Chachapoyas son los más blancos y hermosos de todos los nativos que he visto en las Indias; sus mujeres son tan bellas que con frecuencia están reservadas a los príncipes de los Incas y son llevadas al templo del Sol… las mujeres y sus maridos se visten con ropas de lana y llevan un singular sombrero llamado llauto, que utilizan como símbolo para ser reconocidos en cualquier parte.

El escritor español agregó, refiriéndose a la grandeza del reino de los Chachapoyas:

Lo podemos fácilmente llamar reino porque tiene cincuenta leguas de largo por veinte leguas de ancho, excluyendo el territorio de Muyupampa, que tiene otras treinta leguas de extensión. (La legua castellana correspondía a aproximadamente 5 km).

PROINVERSION anuncia que Concesionará la Construcción de Teleférico de Kuélap


Concurso público será convocado en tercer trimestre del año
El jefe de Asuntos Turísticos e Inmobiliarios de ProInversión, Luis del Carpio, manifestó que en el tercer trimestre de este año se convocará, por encargo del Mincetur, el concurso de concesión de la Buena Pro para la construcción de un sistema de teleféricos en Kuélap. Asimismo, señaló que este proyecto, que tiene un monto estimado de inversión de US$ 10 millones, se dará en concesión por un período de 20 años a la empresa que resulte ganadora. El adjudicatario tendrá a su cargo el diseño, financiamiento, construcción, equipamiento y operación del sistema de telecabinas.

Además, resaltó que de esta manera los turistas podrán hacer el recorrido desde Tingo hasta Kuélap en 15 ó 20 minutos, lo que en la actualidad se realiza en cuatro horas ida y vuelta.

Este sistema tiene como finalidad brindar un medio de acceso cómodo, rápido y moderno a la Fortaleza de Kuélap, lo que impulsará el desarrollo turístico de Chachapoyas y del Circuito Turístico Nororiental del Perú, y generará un producto más atractivo para las agencias de viajes.

Proyectos Turísticos a Concesionar suman inversiones por más de Us$ 140 millones

ProInversión aseguró que ello se dará este año
En el marco del Foro “Perú: Promoción de las inversiones en el sector Turismo”, el director ejecutivo de Proinversión, Jorge León, informó que los proyectos turísticos que el Estado peruano concesionará este año suman inversiones por más de US$ 140 millones. “Tenemos tres importantes proyectos en cartera en el sector turístico, como Playa Lobitos, el paquete de Ex Hoteles de Turistas de Chimbote, Huaraz, Monterrey, Ica e Iquitos, así como el Sistema de Telecabinas para la Fortaleza Kuélap”, manifestó.

Asimismo, resaltó que a éstos se sumará próximamente el Embarcadero Turístico de Paracas, que es un proyecto pequeño que demandará unos US$ 5 millones de inversión. “Estamos esperando que el Mincetur nos formalice el encargo para lanzar la convocatoria”, indicó.

Se Inicia Asfaltado De La Carretera Higos Urco


El Gobierno Regional dio inicio a los trabajos del asfaltado de la carretera a Higos Urco – Ciudad Universitaria de Chachapoyas, cuya inversión supera los 8 millones 700 mil soles. Esta obra contempla el asfaltado de un promedio de tres kilómetros, el cual incluye los jirones Piura cuadras 3, 4 y 5, Jr. Cuarto Centenario cuadras 2, 3 y 4, Jr. Triunfo cuadras 1 y 2, Jr. Ayacucho cuadras 1 y 2 y Jr. Sachapuyos en el sector Tushpuna. La obra también incluye la rehabilitación del sistema de agua potable y alcantarillado de todas las calles antes indicadas.

Por su parte, Oscar Altamirano, primera autoridad de la región, pidió a la población que con el inicio de la obra se formen los comités de supervisión para que estén constantemente vigilando la ejecución de la obra. Del mismo modo explicó que, con la pavimentación a la ciudad universitaria suman 18 proyectos de infraestructura que el Gobierno Regional Amazonas viene ejecutando tan solo en el distrito de Chachapoyas cuya inversión asciende a más de 27 millones de nuevos soles.

La ceremonia de colocación de la primera piedra contó con la presencia del Presidente del Gobierno Regional Amazonas ingeniero Oscar Altamirano Quispe, Rector de la UNAT, Vicente Castañeda Chávez, autoridades locales, vecinos del barrio Higos Urco, trabajadores y alumnos de la universidad “Toribio Rodríguez de Mendoza de Amazonas” – UNAT. La población beneficiaria manifestó su satisfacción del inicio de esta obra que por muchos años lo han solicitado a las autoridades de los anteriores gobiernos. Por su parte la señorita Rosa Grández Mestanza, alumna de la Facultad de Enfermería de la UNAT, comentó que en épocas de lluvia el acceso a la universidad era intransitable, es por ello que agradeció el inicio de uno de los grandes anhelos de esta parte de la ciudad de Chachapoyas